Sólo han pasado tres días desde que salió de un centro de rehabilitación y Lindsay Lohan, la chica más rebelde de Hollywood, ya tiene sus primeros problemas con la ley.
Y es que la actriz se habría estacionado en un lugar prohibido de Los Ángeles por lo que fue sancionada con una papeleta por la Policía.
Lohan permaneció internada por 90 días en la Clínica Betty Ford para ser tratada por sus adicciones a las drogas y el alcohol que la han hecho abandonar su carrera cinematográfica.
La actriz tiene pendiente una audiencia judicial el próximo 25 de febrero en el que deberá demostrar que ya no representa un peligro.
Por el momento Lohan se encuentra alojada en un hotel de California, pero vivirá al lado de su ex Samantha Romson ya que compró una vivienda en Venice Beach.
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