
Falta exactamente una semana para que la actriz Lindsay Lohan abandone el centro de rehabilitación en la que lleva ingresada varios meses y se espera que cientos de paparazzis inicien otra vez su seguimiento.
Para evitar problemas y darle un poco de tranquilidad, Lohan sería trasladada a un lugar secreto, informaron fuentes cercanas a la actriz.
“Lindsay quiere dejar atrás todo el acoso de los periodistas por lo que se mudará con su madre y su pequeña hermana”, declaró una fuente a la agencia Europapress.
La actriz deberá someterse regularmente a unas pruebas anti alcohol con el fin de demostrar que está completamente recuperada de su adicción a la bebida y a otro tipo de sustancias.
“Mientras que no de positivo en ninguno de estos tests podrá exigir la libertad condicional sin supervisión”, añadió la fuente
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